En su lugar, los sistemas especiales utilizados en los autos se llaman dirección de cremallera y piñón, lo cual ayuda a los autos a moverse suavemente hacia la izquierda o la derecha. Este sistema consta de dos componentes principales: la cremallera, que es una pieza larga de metal, y el piñón, que es una pequeña rueda dentada redonda. La cremallera está conectada directamente a las ruedas del auto, y el piñón está conectado al volante, que es lo que sostienes cuando conduces.
Al comenzar a girar el volante, la rueda dentada del piñón comienza a girar. Este movimiento hace que la cremallera gire horizontalmente. Como la cremallera está conectada a las ruedas, este movimiento hace que ambas ruedas del auto giren en la dirección en la que estás girando el volante. Así que girar el volante hacia la izquierda significa que las ruedas también giran hacia la izquierda. El sistema de dirección de cremallera y piñón permite que ambas ruedas giren a la misma velocidad. Esto es súper importante porque estabiliza el coche y evita que resbale o se balancee cuando giras.
Usado en todo el mundo, la dirección de cremallera y piñón es a menudo la elección popular, y por buena razón. Lo mejor es que es más eficiente, lo que hace que el coche funcione mejor. También es muy fiable, así que es seguro esperar que haga su trabajo la mayor parte del tiempo. 274-273 (fácilmente mantenible) — lo que significa que se necesita una configuración mínima para ponerlo en marcha. Además, requiere menos fuerza para girar, lo que significa que los conductores pueden hacer giros pronunciados o navegar entre espacios ajustados sin mucho esfuerzo.
Una de las ventajas del sistema de dirección de cremallera y piñón es que tiene menos componentes que la mayoría de los otros tipos de sistemas de dirección. Eso es una gran ventaja porque un coche con menos piezas puede ser más ligero. Es fácil entender el valor de un coche ligero: ahorra combustible. Otra característica es la dirección de cremallera y piñón para una mayor precisión y un agarre más firme entre la carretera y las ruedas. Eso te permite controlar mejor el coche, especialmente al girar rápidamente o durante condiciones de conducción difíciles.
Revisar regularmente que todos los componentes del sistema de dirección estén funcionando correctamente es aún más importante para mantener este sistema seguro y funcional. Mientras conduces por la carretera y llegas a una curva, nota si la dirección está ajustada o suelta. Un juego en el volante puede indicar un problema en el sistema de dirección de cremallera y piñón que necesita ser solucionado si es demasiado.
Otro monitor importante es el líquido de dirección. El sistema de dirección requiere líquido de dirección para funcionar correctamente. Un nivel de líquido más bajo de lo normal o un líquido sucio/contaminado causará fallos en la dirección de cremallera y piñón. También se deben vigilar los ruidos de trituración o chillidos cuando se gira el volante. Si escuchas ruidos como chillidos o trituración, eso podría significar que ciertas partes necesitan ser reemplazadas o reparadas. Monitorear estos aspectos puede ayudarte a prevenir mayores problemas en el futuro.
Lo que estás obteniendo es un sistema de dirección ligero que puede mejorar el rendimiento general de tu coche. Un vehículo más ligero tiende a tener una mayor relación potencia-peso, lo que significa que puedes acelerar más rápido y alcanzar una mayor velocidad. En una situación de pista o carrera, tener un sistema de dirección más preciso, como el de cremallera y piñón, te permite girar con más control. Tener este control minimizará la posibilidad de salirte de la pista y te dará una ventaja sobre otros conductores.